domingo, 19 de enero de 2014

De cómo la pibita agarró la mochila y de los otros mundos que fue a encontrar

Pensó, pensó, pensó. Como tres minutos y medio pensó. Y después de tanto exprimirse la sesera, la pibita decidió que ya era hora.
-¡Ya es hora!- le dijo al árbol que se quedó verde de tan mudo.
-¡Ya es hora!- le gritó al avechucho que pasaba.
-¡Ya es hora!- le dijo en secreto a una vaca de san antonio, porque tiene las orejas chiquitas y no quiso aturdirla.
La pibita entró a su casa. En su mochila puso dos galletitas y un juguito, unos lápices de colores, un tren y un oso panda (de peluche, claro, el de verdad se negó a viajar apretado en una mochila) Escribió con crayon en la pared "chau, después vuelvo" y con una sonrisa grandota abrió la puerta y salió.

La pibita necesita nombre, se aceptan sugerencias :)

2 comentarios:

  1. Esta piba se puede llamar Rulieta!!!!! jajaja. Ahí te mando el aporte por Msje feibukeril!!!

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¡A comentar que se acaba el mundo!